Si tu haz llegado hasta este espacio, y aun no haz aceptado a Jesús como tu Salvador, y la palabra de Dios te ha tocado, es porque Dios te está ofreciendo la vida eterna, Él ofrendó a su hijo Jesús, para que con su sangre preciosa entregada en la cruz del calvario, sean lavados todos tus pecados.
Si tu estás en este lugar es porque ahora es el momento de aceptarle a Él; y para ello debes reconocer que eres pecador delante de Dios; debes arrepentirte sinceramente y pedir perdón delante de Él por tus pecados.
Debes confesar con tu boca, que Jesucristo es el único Salvador de tu alma y que a través de su muerte y por medio de su sangre preciosa, obtienes el perdón de tus pecados.
Debes pedirle que te llene de su Espíritu Santo, que cambie tu vida, y que te afirme en su santo camino.
Si tu deseas aceptar a Jesucristo en tu corazón y en tu vida en este mismo momento, solo tienes que REPETIR ESTA ORACIÓN DE FE A DIOS ASI:
“Amado Dios, acepto a tu hijo amado Jesucristo, como mi único y exclusivo Salvador.
Te acepto Jesús, como salvador de mi alma, reconozco que soy un pecador, y te pido que perdones todos mis pecados.
Entra Jesús en mi corazón. Cambia mi vida. Lávame con tu sangre preciosa, y ayúdame a seguir firme en tu camino, bautízame con la llenura del Espíritu Santo, y escribe mi nombre en el Libro de la Vida.
Te amo, Jesús. Gracias te doy amado Señor, creo en ti, se que tu sangre ha limpiado mis pecados, y se por fe, que soy salvo a partir de ahora. Amen, Amen, Amen”.
Bueno, si ya haz hecho esta oración con tu corazón sincero a Dios, Él ya te ha perdonado de todos tus pecados, y ya eres una nueva criatura, “recién has nacido”, tienes una nueva vida, los pecados y la antigua vida han quedado atrás, ahora debes ocuparte de esa salvación que Dios te ha regalado, y ¿como debes hacerlo?, pues es muy sencillo:
Busca una iglesia donde se predique el Evangelio tal y como fuera dado por Dios. Donde se predique sobre el nuevo y el viejo testamento, donde se reconozca a nuestro Señor Jesucristo Dios manifiesto en carne, donde se predique sobre el sacrificio del cordero para lavar con su sangre preciosa nuestros pecados, en su resurrección, en su ascensión a los cielos, y en su regreso en poder y gloria.
Donde se predique sobre el Espíritu Santo, sus dones, y el bautismo del mismo con la señal de hablar en lenguas angelicales.
Donde se practique el bautismo en aguas por inmersión, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Donde se celebre la Santa Cena del Señor como símbolo de comunión con Él, mientras se aguarda su regreso en poder y gloria.
Una vez que encuentres ese lugar en el cual congregarte, se fiel al mismo y a sus Ministros, ellos te enseñarán el camino para que puedas permanecer en el Señor, y alcanzar la vida eterna que Dios te ha prometido.
Si tu estás en este lugar es porque ahora es el momento de aceptarle a Él; y para ello debes reconocer que eres pecador delante de Dios; debes arrepentirte sinceramente y pedir perdón delante de Él por tus pecados.
Debes confesar con tu boca, que Jesucristo es el único Salvador de tu alma y que a través de su muerte y por medio de su sangre preciosa, obtienes el perdón de tus pecados.
Debes pedirle que te llene de su Espíritu Santo, que cambie tu vida, y que te afirme en su santo camino.
Si tu deseas aceptar a Jesucristo en tu corazón y en tu vida en este mismo momento, solo tienes que REPETIR ESTA ORACIÓN DE FE A DIOS ASI:
“Amado Dios, acepto a tu hijo amado Jesucristo, como mi único y exclusivo Salvador.
Te acepto Jesús, como salvador de mi alma, reconozco que soy un pecador, y te pido que perdones todos mis pecados.
Entra Jesús en mi corazón. Cambia mi vida. Lávame con tu sangre preciosa, y ayúdame a seguir firme en tu camino, bautízame con la llenura del Espíritu Santo, y escribe mi nombre en el Libro de la Vida.
Te amo, Jesús. Gracias te doy amado Señor, creo en ti, se que tu sangre ha limpiado mis pecados, y se por fe, que soy salvo a partir de ahora. Amen, Amen, Amen”.
Bueno, si ya haz hecho esta oración con tu corazón sincero a Dios, Él ya te ha perdonado de todos tus pecados, y ya eres una nueva criatura, “recién has nacido”, tienes una nueva vida, los pecados y la antigua vida han quedado atrás, ahora debes ocuparte de esa salvación que Dios te ha regalado, y ¿como debes hacerlo?, pues es muy sencillo:
Busca una iglesia donde se predique el Evangelio tal y como fuera dado por Dios. Donde se predique sobre el nuevo y el viejo testamento, donde se reconozca a nuestro Señor Jesucristo Dios manifiesto en carne, donde se predique sobre el sacrificio del cordero para lavar con su sangre preciosa nuestros pecados, en su resurrección, en su ascensión a los cielos, y en su regreso en poder y gloria.
Donde se predique sobre el Espíritu Santo, sus dones, y el bautismo del mismo con la señal de hablar en lenguas angelicales.
Donde se practique el bautismo en aguas por inmersión, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Donde se celebre la Santa Cena del Señor como símbolo de comunión con Él, mientras se aguarda su regreso en poder y gloria.
Una vez que encuentres ese lugar en el cual congregarte, se fiel al mismo y a sus Ministros, ellos te enseñarán el camino para que puedas permanecer en el Señor, y alcanzar la vida eterna que Dios te ha prometido.